Como viene ocurriendo en otras áreas asociadas con las TIC, los usuarios emplean masivamente los teléfonos móviles de última generación pero no siempre se paran a pensar en cuál es la mejor manera de hacerlo.
Los teléfonos de última generación también llamados listófonos, smartphones o mejor, esmarfones, son una extensión de nuestra identidad si se piensa en que albergan el acceso a todos los servicios que empleamos en Internet, sin embargo, y al contrario del celo con que protegemos nuestros datos en el mundo no virtual, la mayoría de los usuarios demuestra muy poca o ninguna preocupación por salvaguardar lo que contienen sus móviles sin plantearse lo que ocurriría si cayeran en malas manos.
El observatorio del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) acaba de publicar su Estudio sobre seguridad en dispositivos móviles y smartphones correspondiente al año 2011 en el que se resumen los cambios en los hábitos de uso de estos dispositivos.
La mayoría de los usuarios de listófonos emplea el PIN como única protección de sus datos, prescinde del uso de antivirus y emplea el teléfono mayoritariamente para jugar y para acceder al correo electrónico o a servicios de mensajería instantánea.
- La mitad de los internautas con dispositivo móvil (50,4%) lee el correo electrónico a través de su dispositivo, un 50,6% accede a descargas desde su teléfono y un 63,2% instala aplicaciones que requieren de la geolocalización para su uso.
- En los últimos 3 años se ha más que duplicado el porcentaje de usuarios que accede al correo electrónico desde el teléfono móvil: del 21,8% al 50,4%.
Los listófonos han llegado para quedarse y debemos aprender a usarlos e incorporarlos a nuestra rutina igual que cualquier otro elemento nuevo, pero siempre teniendo claro para qué los necesitamos, aprendiendo a utilizarlos y dándoles un uso racional.