Aunque pueda parecer una pregunta sin sentido, aún son muchos los clientes y amigos que nos la hacen, quizá buscando ahorrarse unos euros en la factura o por desconocimiento.
En cuestiones de seguridad es preferible no jugársela, eso es evidente, sin embargo, cuando la cosa cuesta dinero nos volvemos algo descuidados o permisivos.
Internet está plagado de eso que se ha dado en llamar software malicioso; es decir, programas que pueden causar un perjuicio a los ordenadores o a sus usuarios. Los virus son sólo un tipo de estos programas y, como en el caso de las enfermedades humanas, hay variantes y subtipos según la manera en que se expanden, las vulnerabilidades que explotan, su virulencia y peligrosidad, etc.
En el universo del software malicioso los virus son mayoría y las medidas que se pueden adoptar contra ellos están al alcance de cualquiera.
De manera que la respuesta es si, los antivirus son imprescindibles si se usa cualquier sistema operativo de ®Microsoft (léase Windows) y resultan aconsejables para los usuarios de Mac y Linux, por citar los más empleados.
Sin embargo, no basta con tener un antivirus instalado, hemos de estar seguros de que se actualiza periódicamente y que cuanto menos tiempo pase entre actualizaciones, más seguros estaremos.
En este sentido recomendamos leer los siguientes artículos de la OCU:
La primera decisión al enfrentarse a la elección de un programa antivirus es: ¿antivirus gratuito o de pago?.
La mayoría de las versiones gratuitas de antivirus son puestas en el mercado por empresas que esperan que su potenciales clientes se pasen a las de pago ante la satisfacción que sienten por el producto. A día de hoy la opción gratuita mejor acogida por las comparativas es Avast Antivirus Home Edition. Esta es una solución ideal para odenadores personales, no de empresa, que contengan información relativamente poco importante y que no desean más desembolsos extra.
Sin embargo, los antivirus de pago aportan ciertas ventajas más valoradas por los clientes profesionales, es decir, empresas para las que un "parón" en sus ordenadores debido al ataque de un virus puede costar mucho dinero, esfuerzos y recursos. La atención al cliente, los laboratorios de virus o la asistencia telefónica son buenos ejemplos.